Un grupo de 7 jóvenes chilenos entre los 14 y los 18 años deciden resistirse al mandato cultural que les impone ser agresivos y autoritarios a través de la práctica de la ternura, entendiéndola como la energía necesaria para transformar su duresa viril en afecto. Se embarcan en la construcción de su propia masculinidad, enfrentándose al miedo a ser insultados, humillados y marginados, abriéndose por primera vez a la posibilidad de contenerse unos a otros y manifestarse afecto libremente planteándose una infinidad de preguntas: ¿cómo nos modificamos si no tenemos un modelo masculino de referencia a adoptar? ¿Qué nos frena a mostrar afecto, a pedir afecto? ¿De qué tenemos miedo? ¿Cuánto afecto falta en la vida de los hombres en nuestra cultura? ¿Cómo resistimos al mandato cultural que nos impone la agresividad? ¿Cómo defendemos la ternura? ¿Cómo la convertimos en una práctica política?